miércoles, julio 13, 2005

Ojeras

Tras varios días en los que mi vida se ha caracterizado por algo así como un constante más-que-amor-frenesí, hoy por fin he podido sentarme un minuto frente al espejo y llegar a algunas conclusiones escalofriantes. Por ejemplo, que pienso aprovechar cada instante que esté al alcance de mi mano para dormir. Un carpe diem centrado en el sueño –y de paso en los sueños-. Y es que mientras repasaba los ítems del día, que pasan por un frenético tête-à-tête sin compasión con todas las fuerzas vivas locales habidas y por haber, he reparado en que mi antigua cara de manzanita golden se ha esfumado. Vamos, las ojeras se han apoderado de ella hasta tal punto de que podría hacerme un kimono con ellas. Este es el estado actual de mi cara, que justificaría un congreso dermatológico internacional. Lo cierto es que siempre he sido un fan de las ojeras. Pero en las caras de los demás. Alguien con ojeras, en cualquier latitud, tiene grandes posibilidades de llevarme al huerto. Podrían haberlo hecho fácilmente –hace unos años, dicho sea de paso- Agustín Díaz Yanes, Benicio del Toro o Jeremy Irons, entre ellos. Entre ellas, la Pilar Bardem de hace al menos una década. Y gente anónima con la que me cruzo cada día por la calle. A mí el look yonqui –contenido, claro está- me gusta, qué le voy a hacer. Pero reconozco que no es la tónica general. Al menos entre el círculo en el que me muevo, en el que el valor de una piel-piel no tiene precio. Y claro, aunque me quiero mucho a mí mismo, va contra natura caer rendido ante mis propios pies. Así que hoy he tomado dos determinaciones: dormir más e invertir una parte sustanciosa de mi exiguo salario en cosmética. Lo que va a empezar por un tratamiento de choque que combina ambas medidas y que consiste en dormir con sendas rodajas de calabacín en los ojos. Toda una experiencia. Las ojeras tienen los días contados. Al menos en mi cara.

1 comentario:

Manuel dijo...

Súper fan de las ojeras y del look yonqui (medido también), pero por más que me esefuerzo y me desvelo y me paso, no se me ponen las ojeras de Omar Shariff.
¿Qué tengo qué hacer para dejar este look de manzanita golden?