lunes, mayo 14, 2007

¿Qué hice en los 90?

Fui al cine y vi cientos de películas. Películas españolas, francesas e inglesas. Pero también italianas, alemanas o portuguesas. Películas chinas, taiwanesas o neozelandesas. Películas suecas, rusas e incluso finlandesas. Películas argentinas, cubanas o mexicanas, pero también norteamericanas y canadienses. Películas en el cine de estreno, en los restos que quedaban en Madrid de sesión continua y en la filmoteca. En ciclos que se programaban en Madrid o en festivales como el de Valladolid o el de San Sebastián. Sin duda, todo ese cine me ha hecho como soy ahora, aunque yo no sepa detectarlo. Vi casi todas las películas de asunto gay, casi todas en las que intervenían mis mitos de entonces: Robert de Niro, Harvey Keitel, Sean Penn, Sharon Stone, Ángela Molina, Javier Bardem o Jessica Lange. De todas esas películas, solo se han quedado realmente entre mis referencias cotidianas un par de docenas, quizá alguna más. Por supuesto, “Thelma y Louise”, “Casino” o “Pena de muerte”. El "Hamlet" de Kenneth Branagh: me encantó. La vi, como la mayoría de estas películas, yo solo. Creo que fue en el cine Luchana, en verano, con un aire acondicionado tan a tope que yo quise tener un abrigo como el que lucía Hamlet. Sin duda, un excelente diseño de vestuario. Y mucho más. “Tomates verdes fritos”, “Paseando a Miss Daisy” y “Freda y Camila”, todas protagonizadas por Jessica Tandy. Pobrecita. Cine iraní, “A través de los olivos”, del que me retiré a tiempo. Demasiada poesía. “Swoon”, “Living to the end” –heavy-, “Jeffrey”, “Nosotros dos” –cine australiano con un jovencito Russell Crowe pre-gladiator y al parecer lampando por un papel que llevarse a la boca, incluido el de un gay con un padre supercomprensivo; un espanto llamado “Bésame, Guido”, “Amor de hombre” –en cuya fiesta en Pachá estaba el principito-, “Perdona, bonita, pero Lucas me quería a mí” o “Las noches salvajes”, una película que sí me trastornó. Y muchas más: “Zero Patience”, un musical gay; “Love, valour and compassion”, un película de gran ternura llamada “Beautiful things” –con una frase genial: “Si decido reconvertirlo en burdel, te llamaré”- o “Los juncos salvajes”, otra película preciosa. Vi películas que sé que me gustaron pero me cuesta mucho decir de qué iban: vi casi todas las de Eric Rohmer, vi una india, “La reina de los bandidos”, vi “Pequeños arreglos con los muertos” y “Mi amiga Max”. Vi todas las de Hal Hartley, como si Hal Hartley fuera… imprescindible. De sus películas apenas recuerdo los títulos: “La increíble verdad”, “Trust”, la más bonita; “Simple men”, “Amateur” y “Flirt”. Creo que ahí me paré. Y poco después se paró él. Vi clásicos por un tubo en la filmoteca, desde “Bienvenido, Mr. Marshall” hasta “Encadenados” pasando por “El gran carnaval” o “Fedora”, que son desde entonces algunas de mis pelis favoritas.

1 comentario:

combatientes70 dijo...

creo que nos debimos cruzar por esa películas... por esas salas, por esos festivales... todas forman parte de mi memoria... gracias por entrar en mi blog... cuantos gustos comunes ¿quién eres?