I
“- Diga.
- Le llama Vanesa Fernández, del departamento de marketing Telexanadú. ¿El señor de Gabón?
- ¿Quién le ha dado mi número de teléfono?
- Está en las páginas amarillas. Yo le llamaba para ofrecerle nuestra promoción de 128 canales de televisión, internet ADSL 60 megas, llamadas gratuitas y 4 visitas de nuestras profesionales del amor, todo ello por 100 euros mensuales. Es una oferta irrestible. ¿Le interesa?
- No. Y tache mi número de sus páginas amarillas, por favor. ¿Cuelga Vd. o cuelgo yo?
II
- Diga.
- Le llama Vanesa López, del departamento de marketing Teleuanadú. ¿Está el señor de Gabón?
- Sí, en coma, en el hospital. ¿Qué deseaba?
- Quería hablarle de nuestras últimas ofertas en telefonía móvil, fija y combi.
- Pues lo lamento mucho, pero ya le digo en qué estado se encuentra. Si quiere llevar su celo profesional hasta el extremo, puede acudir al Hospital Comarcal de 19h30 a 20h. No obstante, si despierta, puedo decírselo yo.
III
- Diga.
- Le llama Vanesa Martínez, del departamento de marketing Teleuanadú. ¿El señor de Gabón?
- Sí, soy yo.
- ¿Vd. tiene sus servicios de telefonía contratados con la compañía Aunesfuerzos, ¿no?
- Mire, no voy a responder a preguntas retóricas. Consúltelo en la pantalla que tiene delante, y de paso dígame cuándo me toca ir al dentista. ¿Es que no tiene otra que hacer?
- No tiene por qué ponerse ordinario, señor.
- Mire, señorita, si quisiera ponerme ordinario, créame que lo haría. Yo a Vd. no la llamo a su casa para molestar. ¿Por qué lo hace Vd.? ¿Le he dado yo mi número de teléfono? Que yo sepa, no nos conocemos.
- Es mi trabajo.
- Pues su trabajo es una mierda. ¿Ve como puedo ponerme ordinario si me lo propongo? Y ahora, deje libre mi línea, si no le importa.
IV
- Diga.
- Le habla Vanesa Cruz, del departamento de marketing Teleuanadú. ¿El señor de Gabón?
- Perdone, pero salgo en este momento de casa.
- ¿Cuándo volverá?
- Uf, un día, en el futuro. Gracias.
V
- Diga.
- Le llama Vanesa Pérez, del departamento de marketing Teletel. ¿El señor de Gabón?
- Sí, soy yo. ¿Nos conocemos? Le adelanto que no hablo por teléfono con desconocidos. De eso se ocupa mi abogado. ¿Conoce la firma de abogados Garrigues? Pregunte por el mío. Él le atenderá. Gracias.
VI
- Diga.
- Le llama Vanesa González, del departamento de marketing Teletimo. ¿El señor de Gabón?
- Está en la cárcel, por evasión de impuestos. ¿Qué deseaba?
- Nada, bueno, ya llamaré en otro momento.
- Sí, dentro de unos dos años, cuando obtenga el tercer grado. Lamento no poder resolverle nada, monada.
VII
- Diga.
- Le llama Vanesa Rodríguez, del departamento de marketing Telestop. ¿El señor de Gabón?
- ¿Quién es Vd.?
- Vanesa Rodríguez, de Telestop.
- ¿Y cómo ha sabido la hora a la que volvíamos de la India? Es que mi pareja y yo acabamos de adoptar una niña y acabamos de llegar a casa. Es preciosa. Si me da su correo electrónico, le envío una foto. Se llama Asha. Está muy delgadita, pero yo creo que en un par de meses se va a recuperar. Somos muy felices. ¿Tiene Vd. hijos?
- No, todavía no. Solo tengo 25 años. ¿Le interesaría…?
- Pues son una bendición. Acuérdese de que se lo he dicho cuando los tenga. Se me saltan las lágrimas solo con verla. O también puede adoptarlos. Hay muchos niños por el mundo necesitados de cariño. Y te devuelven mucho más de lo que tú les entregas. ¿Qué quería?
- No, bueno, ya llamaré en otro momento. Enhorabuena.
- Gracias. Bueno, como tiene toda la información sobre nosotros en su ordenador, puede pasarse a verla cuando quiera. (…) Una teleoperadora encantadora. (…) Perdone. Es mi novio, que no sabía con quién estaba hablando. Bueno, que pase una tarde fantástica, y gracias por interesarse por nosotros. Es preciosa mi hija. Tiene unos ojos negros...
sábado, diciembre 10, 2005
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3 comentarios:
Ja!! A eso llamo yo Justicia Poética.
Genial. Genial. ¡GENIAL!
"- Es mi trabajo.
- Pues su trabajo es una mierda"
¡Perfecto! Es un diálogo a la altura de la mejor novela negra. Jim Thompson "in person".
un abrazo para la víbora.
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