- ¿Por qué no haces el favor una vez siquiera de dejar la dentadura postiza donde no sea lo primero que tenga que ver cada mañana al lavarme la cara? ¿Tanto trabajo te cuesta? ¿Es que no hablo un español que se entienda o te lo tengo que decir por señas? Tu prótesis dental no es lo más agradable de ver según me despierto. ¿Podrías hacer el favor de metértelo en la cabeza o es que el tinte te impide memorizar cualquier cosa? No tienes edad todavía de haber perdido ya la cabeza.
- Mira, lávate la cara o lo que te tengas que lavar y déjate de monsergas. Por cierto, se me olvidó decirte anoche que llamó tu hermano. Tan loco de remate como siempre. ¡Qué familia! Yo no sé cómo lo aguanta esa mujer. Desde luego que se tiene ganado el cielo. Pero, vamos, un palco es lo que se tiene ganado esa mujer. ¿De dónde habrá salido? Me cuesta creer que todavía hoy día haya buenas personas. Solo con que demostraran que no se trata de una alucinación debería valer como prueba milagrosa de santidad. ¡Qué abnegación! Es que tiene que tener un fondo de masoquismo…
- Bueno, ¿me vas a decir para qué llamó mi hermano o vas a seguir con el mismo rucurrucurrucu de todos los días? Es que si es así, me voy duchando mientras.
- Un momento: espera a que coja mis dientes, que no consiento que me vean sin ellos. Mi madre, mientras que tuvo todo su conocimiento, ni una vez siquiera nos ofreció el espectáculo de verla con los labios metidos en las encías. ¡Eso está feísimo!
- ¿Insinúas que mi madre sí lo ofreció? Además, el único que podría quejarse soy yo, y yo ya estoy curado de espantos: te tengo vistísima. Me voy a duchar. A ver si hoy sale el agua caliente.
- Pues yo siempre me ducho con agua caliente. Debe de tenerte manía la ducha. De todas formas, no es cuestión de agua, caliente o fría. Los estragos de la naturaleza requieren soluciones más drásticas.
- ¿Drásticas? ¿Dónde has aprendido esa palabra? ¿En la teletienda? Bueno, coge tus dientes y ve adelantando trabajo. Haz croché, croquetas o tíñete el pelo. Voy a ducharme.
- ¡No tengo raíces! ¿Lo sabes? Y yo por lo menos tengo melena, pero tú tienes una pelusa y encima de todo también te lo tiñes. Si cuando bajes tienes el café frío, luego te lo calientas, imbécil.
- Vaya, hoy has tardado 10 minutos en lanzar el primer insulto: todo un record. Si te esfuerzas, mañana eres capaz de superarte. ¿Queda pan de ayer?
- No me acuerdo. Tú también tienes los ojos donde yo, ¿no? ¿Por qué lo voy a saber? Tu hermano dijo que quería venir a pasar unos días con la familia.
- ¿Y cómo le ha dado por ahí? Espero que no tenga intención de quedarse aquí un mes, mientras su mujer hace otra cura de desintoxicación.
- Veo que por fin has aprendido la lección, que tu hermano siempre dice que está en una cura de reposo. Ja, ja, cura de reposo. Pues pregúntale si va a venir. Y averíguatelas para disuadirlo, en caso de que pretenda semejante disparate. Por lo menos en eso estamos de acuerdo: aquí no hay sitio. Solo me faltaba tener que hacer de catadora real, como la última vez que estuvo en el hospital y pensaba que todo el mundo quería envenenarlo. Mira, llaman el teléfono. Responde. A estas horas solo puede ser él. (Al espejo) ¿No quieres caldo?, pues toma dos tazas. ¿Quién me mandaría a mí casarme con este fantoche? Es que me arrepiento más que de haber nacido. Y ya llevo casi 40 años. Si no fuera una locura, emigraría. A Nigeria mismo, si es preciso. ¿Cómo me sentaría a mí un chador bonito en el harén de un rico petrolero? Por lo menos estaría descuidada de la esclavitud de los tintes. Nigeria podría ser mi destino. Ay, necesito una pastilla para poder tirar. Pero, ¿qué haría este mamarracho sin mí? ¡¡¡¿Has visto mi novocaínaaa?!!!
domingo, junio 26, 2005
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2 comentarios:
Un poquito de costumbrismo para empezar el día. Negro, claro, como la vida misma. Ay, la realidad, esa hija de perra…
La realidad es tan decepcionante, que supera cualquier guión fallido (pleonasmo?) de película española o mexicana.
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