miércoles, mayo 25, 2005

Freno de lengua

Es el que va a haber que echar en Icononzo (Colombia) si tu deporte favorito es la maledicencia. Desde ahora los cotilleos constituyen un delito que puede costar hasta 4 años de cárcel. El alcalde se ha liado la manta zamorana a la cabeza y ha publicado un bando municipal con su inventario de nuevos delitos, y el chisme ocupa el primer lugar entre ellos. Al parecer, un vecino de este pueblo de 12.000 habitantes cercano a Santa Fe de Bogotá estuvo a punto de perder la vida a manos de las FARC a causa de las habladurías de alguien que no lo quería bien. El pobre hombre tuvo que presentar pruebas documentales de que todo era un grave infundio.
Y hay unos icononzanos que están super A FAVOR de esta medida, y otros que están EN CONTRA, porque opinan que el alcalde quiere acabar con los chismes, pero también quiere que entren en la misma categorías las denuncias de corrupción y de flirteos con la guerrilla.
Me pregunto qué pasaría si se aplicara aquí una medida parecida. Saldrían de inmediato voces al borde de la epilepsia para las que informar sobre la nueva prótesis de Ana G. Obregón es "ejercer mi libertad de expresión" y otras para las que investigar la alta política de Eduardo Zaplana es "ganas de mover la hez". Ea, eso es lo que tenemos: cero concordia (que viene del latín cors, cordis: corazón. Así que concordia significa "latido al unísono de dos corazones. O más").

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