domingo, mayo 08, 2005

La cefalea del verano

Pues todavía no sabemos cuál será la (espantosa) canción del próximo verano -hay quien apunta (por desgracia, no con un lanzallamas precisamente) a IP, la innombrable, porque está gafada, pero también podría atacar again Georgi Dann-, ni el insecto del verano -el mosquito Anopheles podría ser una opción definitiva, si dejara a todos esos españoles que se aburren, justo los españoles que A MÍ también me producen bostezos, dormidos frente a la teúve, su medio natural- ni la enfermedad del verano -la salmonelosis no suele fallar, pero podríamos vernos sorprendidos con un circo ambulante constituido por los desechos del freakerío televisivo, empezando por Lidia Lozano, la mujer mechada que vende los restos del compacto maquillaje con que se andamia la cara al Museo de Cera para que saquen todos los moldes que quieran-, ni la reposición televisiva del verano, ni la moda del verano, ni ... Pero son incógnitas que no tardarán en despejarse. Para mi desgracia.
A mí lo único que me gustaría es que me pillara a 10000 kms. de aquí, en el Índico, en el Trópico de Capricornio. No yo quiero alterar nada; al contrario: que todo siga su curso. Lo único que pido es que conmigo no cuenten para dar pábulo a todas estas cretineces.
Porque lo que SÍ tenemos YA aquí y ahora, un mes largo antes de que empiece oficialmente el verano en Europa, es la Noticia del Ídem, la bomba del verano, el dolor de cabeza del verano y la náusea del verano: España está embarazada. La pobre pareja REALmente embarazada, al margen de mi simpatía o antipatía personal, no tiene toda la culpa del terremoto informativo -ja, ja: si fuera informativo, entonces yo sería María de Rumanía, si no lo fuera ya mi mejor amiga- que se avecina. La culpa la tienen los masa-media (en la voz de Chus Lampreave en Hable con ella), que los perseguirán por tierra, mar y aire para saber:
1. ¿Cuántos?, una pregunta totalmente malintencionada.
2. ¿Para cuándo? Noviembre.
3. ¿Cómo se llamarán?
4. ¿Cómo reorganizarán la línea sucesoria?
5. ¿Qué ha dicho su tía, la cooperante?
6. ¿Qué modelón llevaba su tío Fulanito cuando se enteró de la noticia?
7. ¿Coincide el alumbramiento con algún examen de reválida de Historia Antigua de su abuela materna? ¿Prevé copiarse también esta vez?
8. ¿Quién los casará, cómo, cuándo, con quién y por qué?
9. ¿Qué les va a regalar la marquesa viuda de Iria Flavia, otra mujer mechada? ¿Y el grupo de sevillanas Siempre Así?
10. ...
Y así todo el verano.
Y el otoño. Y el invierno... ¡Ay, Dios mío! Yo me vuelvo a mi guarida junto al río, de donde nunca debí haber salido. O esta vez no cambiaré la piel: se fosilizará como si fuera una camisa de fuerza.

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